Sant Quirc de Taüll. Lleida |
La ermita románica de Sant Quirc de Taüll, del siglo XI-XII, es una de las joyas del Románico, objeto de un curioso "robo" en mayo de 1992.
Unos trabajadores de una urbanización cercana, denunciaron la desaparición de las 17 dovelas del arco de entrada a la ermita. Pocos días después, los mismos trabajadores encuentran en las inmediaciones las 17 dovelas en perfecto estado, y colocadas en su posición original en tierra apenas a 1 kilómetro de distancia del lugar de su desaparición.
Todo hacía pensar en un arrepentimiento por parte de los saqueadores, o en un abandono obligado ante la dificultad para trasladar las piezas. Pero no era nada de esto: al lado del arco reconstruido, apareció una nota: "si no lo arreglan, la próxima vez no lo devolveremos". El misterio quedó pues aclarado: no se trataba de ningún acto de expolio, sino de una llamada de atención acerca de la situación de abandono en la que se encontraba la ermita, necesitada de una restauración urgente ante su estado de deterioro, y susceptible de actos de pillaje dada su desprotección.
El propósito sin duda fue loable, y, en este caso, efectivo. Pero no podemos por menos que censurar el método elegido para llamar la atención de las autoridades sobre la situación de fragilidad y exposición del monumento. El arco de entrada fue recuperado sin daño alguno, pero el peligro al que se sometió a la estructura ante el desmontaje del arco y el traslado de las dovelas no se justifica por la bien intencionada acción del/de los autor/es de la hazaña.
Nuestra responsabilidad en la protección del patrimonio histórico, derivada de nuestra común titularidad sobre el mismo, debe traducirse en la denuncia de los hechos que supongan un ataque a los bienes culturales. Pero dicha denuncia debe canalizarse a través de los medios legalmente establecidos, poniendo en conocimiento (incluso de manera anónima) tales ataques o peligros ante las autoridades competentes, no asumiendo arriesgadas iniciativas particulares que pueden ocasionar más daño del que se pretende evitar.
Que iniciativas como la de Sant Quirc sean más efectivas y rápidas que las denuncias formales, ya es otro tema...
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