Artemisia Gentilleschi. Autorretrato como alegoría de la pintura |
Artemisia Gentilleschi fue una pintora italiana nacida en Roma en 1593 y fallecida en 1654. Y su vida fue de todo menos fácil, marcada por su afición por la pintura (actividad inusual en la época para una fémina), su condición de mujer y el trauma sufrido cuando solo contaba 22 años de edad.
Hija de un pintor, Gentilleschi demuestra pronto su interés y su valía para la pintura, comenzando a formarse en el taller de su padre. Pero al parecer su talento no era suficiente: su pertenencia al sexo femenino le impidió formarse académicamente en la Escuela de Bellas Artes, reservada para los artistas varones. La solución de su progenitor fue nombrarle un preceptor privado, un tal Agostino Tassi, personaje turbio y de poco fiar por lo que se ve...
En 1612, Tassi agredió sexualmente a su pupila. Pese a sus promesas de casarse con ella -esa forma tan "masculina" de reparar el honor de una mujer- el matrimonio no se llevó a cabo, básicamente porque el agresor ya estaba casado (cuenta la leyenda que tenía pensado asesinar a su mujer...).
El padre de Artemisia tampoco es que fuera un modelo de comportamiento parental: tan solo denunció la violación de su hija cuando no pudo llegar a un acuerdo económico con Tassi. Y ahí comienza la segunda parte del drama: si dura y traumática fue la violación, el juicio por el que tuvo que pasar nuestra protagonista fue de todo menos ejemplar. No solo tuvo que relatar ante un auditorio exclusivamente masculino los detalles de la agresión, sino que también tuvo que someterse a un humillante reconocimiento ginecológico y, a fin de comprobar la veracidad de su relato, el Tribunal acordó que fuera torturada físicamente para despejar cualquier duda de inverosimilitud.
Se dice que el cuadro de Gentilleschi "Judith y Holofernes" es una expresión psicológica de la rabia de la autora y su ira contra su agresor, representado según algunos en la figura del general asirio:
Cuan distinta podría haber sido su vida -y quizás su obra- si Artemisia hubiera nacido varón...
El padre de Artemisia tampoco es que fuera un modelo de comportamiento parental: tan solo denunció la violación de su hija cuando no pudo llegar a un acuerdo económico con Tassi. Y ahí comienza la segunda parte del drama: si dura y traumática fue la violación, el juicio por el que tuvo que pasar nuestra protagonista fue de todo menos ejemplar. No solo tuvo que relatar ante un auditorio exclusivamente masculino los detalles de la agresión, sino que también tuvo que someterse a un humillante reconocimiento ginecológico y, a fin de comprobar la veracidad de su relato, el Tribunal acordó que fuera torturada físicamente para despejar cualquier duda de inverosimilitud.
Se dice que el cuadro de Gentilleschi "Judith y Holofernes" es una expresión psicológica de la rabia de la autora y su ira contra su agresor, representado según algunos en la figura del general asirio:
Judith y Holofernes. A. Gentilleschi. Galeria Uffizi, Florencia |
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