jueves, 7 de septiembre de 2017

FALSIFICACIONES VI: reliquias (2ª parte)

Como se apunta en la primera parte de esta entrada, los fragmentos de la Lignum Crucis (la cruz de Cristo) darían según Calvino para construir un barco: la Colegiata de Santa María la Mayor de Caspe (Zaragoza) presume de tener un fragmento de 20 por 18 cms; Notre Dame de París cuenta con un resto de 24 cms; el Monasterio de Santo Toribio de Liébana disfruta de uno de los más grandes, de 64 por 40 cms. Vayan sumando...

A esto hay que añadirle las más de 40 mortajas que se atribuyen a Jesucristo. Y si juntáramos todos los clavos de la Pasión, podríamos montar una ferretería.

En cuanto al Santo Cáliz, pueden ustedes elegir entre el de Valencia, el de León o el de Antioquía (este último en el MET).

Los Tres Reyes Magos están enterrados en un relicario en la catedral de Colonia (Alemania).

Tarragona cuenta con los dos brazos de Santa Tecla.

San Marcello de Roma custodia nada más y nada menos que los pañales del niño Jesús. Y algo que haría las delicias de cualquier odontólogo actual: hay repartidos por toda Europa más de 60 dientes de leche del niño...

Para mayor desvarío, algunos otros ejemplos curiosos:
- la catedral de Oviedo venera unas gotas de la leche de la Virgen María
- hasta el siglo pasado, el arzobispo de Mainz decía tener en su catedral 2 plumas y 1 huevo del Espíritu Santo de cuando se convirtió en paloma
- el Vaticano custodia celosamente una botella que contiene un estornudo del Espíritu Santo (no precisan si estornudó antes o después de convertirse en paloma)

Claro que los cristianos no son los únicos que se dedican a estas macabras colecciones; más allá de los restos de algunos personajes ilustres que se conservan, como el pene de Rasputín, el corazón de Chopin o el cerebro de Einstein, otras confesiones religiosas cuentan también con sus propios productos, como el caso de los musulmanes, que conservan en el Palacio Topkapi de Estambul -entre otros objetos- un molde de una huella del profeta Mahoma y pelos de su barba.


Los budistas no se quedan atrás: en un monasterio de Sri Lanka se conserva al parecer el incisivo izquierdo de Buda, dentro de su correspondiente ataúd.


La lista sería infinita, así que optamos por dejarlo aquí como una simple aproximación al sorprendente mundo del culto a las reliquias. El resto, es cosa de la fe de cada uno...

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